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20 jun 2022

Narración, Teatro y Música en vivo

 

Lima, Déjame que te Cuente relata la historia de amor de Julia y José Antonio ocurrida en Lima en 1850. Ellos atravesarán un sinnúmero de pruebas para fortalecer su unión en medio de una Lima caótica y clasista. Esta propuesta reúne tres disciplinas artísticas: el teatro y la música acompañan a una profunda y espontánea narración oral, ven a disfrutar de la magia que proporciona el teatro no convencional.

 Hemos encontrado un espacio idóneo para contar esta historia, la Librería el Virrey de Lima, un lugar cálido e íntimo que nos permitirá estar inmersos en este viaje en el tiempo tan lleno de costumbres y pregones.

 

Datos Importantes:

🗓Viernes y Sábados 8pm.

Del 24 de junio al 23 de julio

📍En la Librería el Virrey de Lima

Pasaje Nicolás de Ribera 107 Cercado de Lima

Ref. Paralela de la Plaza Mayor @virreydelima.libreria


Entrada general: 30 soles (solo se venden previa reserva)

📞Informes y Reservas al 977356942



Arrancamos este viernes 24 de junio a las 8pm. Reserva tus asientos, la capacidad es limitada por ello las reservas se hacen previamente.

Te dejo el link para las entradas 

Te dejo el link del evento


26 mar 2021

Tres de Esopo

Hace muchos siglos atrás vivió un hombre llamado Esopo quien amaba contar historias donde humanizaba a los animales y concluía con moralejas. Fue la inspiración para diferentes escritores como el francés Jean de La Fontaine o el español Samaniego, entre otros.

Quiero regalarte tres de sus fábulas que han sido tomadas por muchos contadores de cuentos y han deleitado a grandes y chicos. Te propongo darle un tono de narrador a la hora de leerlas en voz alta.


1. El águila, el cuervo y el pastor.

Lanzándose desde una cima,

un águila arrebató a un corderito.

 

La vio un cuervo y tratando de imitar al águila,
se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal

conocimiento en el arte que sus garras se

enredaron en la lana, y batiendo al máximo
sus alas no logró soltarse.

Viendo el pastor lo que sucedía,

cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas,

se lo llevó a sus niños.

 

Le preguntaron sus hijos acerca de qué clase
de ave era aquella, y él les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.

 Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.


02 - El águila, la liebre y el escarabajo.

Estaba una liebre siendo perseguida por un águila,
y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo,
suplicándole que le ayudara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara

a su amiga. Pero el águila, despreciando
la insignificancia del escarabajo,
devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra.  Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus huevos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo,
viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de estiércol,
voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus.

Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.

Nunca desprecies lo que parece insignificante,
pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.


03 - El águila de ala cortada y la zorra.

Cierto día un hombre capturó a un águila,
le cortó sus alas y la soltó en el corral junto
con todas sus gallinas. Apenada, el águila,
quien fuera poderosa, bajaba la

cabeza y pasaba sin comer: se sentía
como una reina encarcelada.
 

Pasó otro hombre que la vio, le gustó y decidió comprarla.
Le arrancó las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. 

Repuesta el águila de sus alas, alzó vuelo, apresó
a una liebre para llevársela en agradecimiento a su liberador.
 

La vio una zorra y maliciosamente la mal
aconsejaba diciéndole:
--No le lleves la liebre al que te liberó,
sino al que te capturó; pues el que te liberó
ya es bueno sin más estímulo.
Procura más bien ablandar al otro,
no vaya a atraparte de nuevo y te
arranque completamente las alas.

Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto.