Por
la noche, después de recoger los restos de la cena, no había nada que nos
gustase más a los niños que sentarnos alrededor del fuego mientras "Padre" nos
contaba una historia.
Dirás
que suena ridículo, o anticuado, con todos los medios de entretenimiento
modernos que existen, pero ¿te olvidas de ello si yo sonrío indulgentemente?
Tengo
dieciocho años y, de muchas variadas formas, he dejado algunas niñadas detrás
mío. Pero "Padre" es un orador y su voz despide un mágico aliento que aún me
engancha, y, para ser sincero, eso me fascina. Incluso si pensamos que ganamos
la Guerra, perdimos bastante en el proceso, y allá afuera hay un mundo cruel e
ingrato. Seguiré siendo joven todo lo más que pueda.
-Cuéntanos
acerca de la batalla final -era lo que por lo general decían los niños, y ésta
es la historia que él, por lo general, contaba. Es una historia terrible, incluso
sabiendo que ya todo ha acabado, pero no hay nada como un buen escalofrío
recorriendo arriba y abajo tu espina dorsal antes de irte a dormir.
"Padre"
tomó una cerveza, la sorbió pausadamente, y luego sacudió los restos de espuma
del bigote con un dedo. Era la señal de que iba a comenzar.
-La
guerra es el infierno, no lo olvidéis -dijo, y los dos más pequeños rieron
entre dientes porque les podían lavar la boca con jabón si ellos decían la
palabra.
-La
guerra es el infierno, siempre ha sido así, y el único motivo por el cual os
cuento esta historia es porque nunca os lo haré olvidar. Luchamos la batalla
final de la última guerra, y gran cantidad de hombres buenos murieron para
alcanzar la victoria, y es por eso que siempre os lo recordaré. Si ellos tuvieron
alguna razón para morir, era para que vosotros pudierais vivir. Y nunca, jamás,
tener que luchar en una guerra otra vez.
-En
primer lugar, abandonad la idea de que hay algo noble o maravilloso en una
batalla. No lo hay. Es un mito que ha estado agonizando por mucho tiempo y
probablemente se trate de datos procedentes de la antigüedad, cuando la guerra
era un sencillo combate mano a mano, ejecutado a la entrada de una caverna
mientras un hombre defendía su hogar de un extraño. Esos días han pasado hace mucho,
y lo que era bueno para el individuo puede significar la muerte para la
comunidad civilizada. Supuso la muerte para ellos, ¿no es así?
Los
ojos serios y enormes de "Padre" se lanzaron a través de todo el círculo de
rostros expectantes, pero ni uno de ellos se enfrentó a su mirada. Por alguna
razón, nosotros nos sentíamos culpables, pese a que muchos ni siquiera habíamos
nacido cuando la guerra.
-Ganamos
la guerra, pero en verdad no es una victoria si no aprendemos una lección de
ello. El otro bando pudo descubrir primero el Arma Definitiva, y si ellos la
hubiesen tenido nosotros seríamos los que habríamos muerto y desaparecido, y
eso no debéis olvidarlo nunca. Sólo un azar histórico preservó nuestra cultura
y destruyó la de ellos. Si este accidente del destino puede poseer algún
significado para nosotros, debe ser que aprendimos un poco de humildad. No
somos dioses ni somos perfectos... y debemos abandonar el combate como medio de
dirimir las diferencias humanas. Yo estuve allí y ayudé a matarlos y sé de lo
que hablo.
Después
de esto viene el momento que estamos esperando y todos contenemos el aliento,
expectantes.
-Aquí
está -dice "Padre", poniéndose en pie y extendiéndose a lo largo de toda la pared
-. Esta es, el arma que hace llover la muerte a distancia, el Arma Definitiva.
Padre
blande el arco sobre su cabeza, suscitando una dramática figura a la luz del
fuego, su sombra alargándose por la cueva y sobre la pared. Incluso el niño más
pequeño deja de rascarse las pulgas bajo las pieles que nos cubren y espera,
embobado.
-El
hombre con la cachiporra, el cuchillo de piedra o la lanza nada puede contra el
arco. Ganamos nuestra guerra y debemos usar este arma sólo para la paz, matar
el alce y el mamut. Ese es nuestro futuro.
Sonríe
mientras cuelga cuidadosamente el arco de regreso a su soporte.
-El
desempeño de una guerra es demasiado terrible ahora. La era de la paz perpetua
ha comenzado.
Harry
Harrison
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